Basílica menor y santuario de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá

2025 Año Santo

Catequesis como preparación a las centenarias fiestas de la Virgen en septiembre

Preparación

  • Escoger entre la comunidad una persona que anime el tema. Se puede distribuir cada punto entre los participantes.
  • Disponer de un lugar de reunión amplio y se decora con una imagen de La Chinca, un cirio y se da a conocer entre los vecinos.
  • Recibir a los asistentes con amabilidad. Puede emplearse música religiosa para ambientar.
manos

1. Bienvenida:

  • Acoger a los asistentes con un dulce, saludandolos amablemente y, según la circunstancia, hacer una breve presentación para construir tejido comunitario y social.
  • 2. Oración:

    • Se invoca al espíritu santo para que ilumine el entendimiento y disponga el corazón a la escucha de la Palabra.
    Biblia

    3. Lectura del Evangelio

    San Lucas 1,39-45

    En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a visitarme? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá!».

    Palabra del Señor

    4. Reflexión:

    • María es con nosotros peregrina de la esperanza. Ser peregrino involucra no solo movernos de un lugar a otro porque si, es más bien como ella hacer algo por los demás ponernos al servicio aún cuando nosotros mismos necesitamos ser ayudados. En este pasaje del evangelio María está en embarazo, pero se mueve a la montaña, va de prisa a servir a su prima Isabel. Nuestras peregrinaciones o procesiones deben hacer que los que nos vean, nos acompañen, o incluso nosotros mismos, podamos experimentar el gozo dentro de nosotros al saber que con Maria Santísima viene su hijo Jesús. El anuncio de Cristo debe ser nuestra bandera y esta experiencia causa gran alegría. Finalmente, la actitud de estas santas madres, es una gratitud inmensa de Dios y reconocer la obra que realiza Dios en ellas. Sigamos su ejemplo de donación y entrega para que podamos con el Señor culminar la peregrinación terrestre y lograr un día la visión celeste. ¿Porque tenemos que agradecer en este año santo? ¿a quién le debemos una palabra de aliento o una de gratitud? Contemplamos a María, como nos decía Benedicto XVI, porque Ella nos abre a la esperanza, a un futuro lleno de alegría y nos enseña el camino para alcanzarlo: acoger en la fe a su Hijo; no perder nunca la amistad con Él, sino dejarnos iluminar y guiar por su Palabra, Acudamos a la Santísima Virgen en medio de la situación difícil que estemos viviendo, recordando que tenemos una patrona muy poderosa y que siempre sale al encuentro de su familia, que hoy es la Iglesia, es decir, todos nosotros.
    virgencita

    La devoción a la santísima Virgen María

    Este símbolo de la peregrinación en la fe ilumina la historia interior de María, la creyente por excelencia, como ya sugirió el concilio vaticano II: "la bienaventurada Virgen avanzó en la peregrinación de la fe y mantuvo fielmente la unión con su Hijo hasta la cruz" (Lumen gentium, 58). María, pasa incluso por los tortuosos senderos del exilio en Egipto y de la oscuridad interior, cuando María "no entiende" la actitud de Jesús a los doce años en el templo, pero conserva "todas estas cosas en su corazón" (Lc 2, 51). La cima de esta peregrinación terrena en la fe es el Gólgota, donde María vive íntimamente el misterio pascual de su Hijo: en cierto sentido, muere como madre al morir su Hijo y se abre a la "resurrección" con una nueva maternidad respecto de la Iglesia (cf. Jn 19, 25-27). En el Calvario María experimenta la noche de la fe, como la de Abraham en el monte Moria y, después de la iluminación de Pentecostés, sigue peregrinando en la fe hasta la Asunción, cuando el Hijo la acoge en la bienaventuranza eterna. La bienaventurada Virgen María sigue "precediendo" al pueblo de Dios. Su excepcional peregrinación de la fe representa un punto de referencia constante para la Iglesia, para los individuos y las comunidades, para los pueblos y las naciones, y, en cierto modo, para toda la humanidad" (Redemptoris Mater, 6). Ella es la estrella del tercer milenio, como fue en los comienzos de la era cristiana la aurora que precedió a Jesús en el horizonte de la historia. En efecto, María nació cronológicamente antes de Cristo y lo engendró e insertó en nuestra historia humana. A ella nos dirigimos para que siga guiándonos hacia Cristo y hacia el Padre, también en la noche tenebrosa del mal y en los momentos de duda, crisis, silencio y sufrimiento. La Iglesia sigue a María caminando por las sendas tortuosas de la historia, para levantar, promover y valorizar la inmensa procesión de mujeres y hombres pobres y hambrientos, humillados y ofendidos (cf. Lc 1, 52-53).

    cor

    5. Nuestras Fiestas:

    Un acto de piedad entre nosotros son las fiestas de la Virgen que realizamos en La Estrella cada año en el mes de septiembre. Estas tienen varios objetivos y fines: La Virgen María es la Madre de Jesús y también nuestra Madre. En nuestro municipio de La Estrella, ella es conocida y amada con el nombre de Nuestra Señora de Chiquinquirá de La Estrella, y es la patrona del municipio. Cada año, la comunidad entera se reúne para honrarla y agradecerle su amor maternal. Es una tradición que viene desde los comienzos de nuestro municipio, porque La Estrella fue fundada el 4 de septiembre de 1685, hace 340 años con ese nombre tan bonito: Nuestra Señora de La Estrella. Y su imagen estuvo desde el primer momento peregrinando por nuestras tierras. Celebrarla es una forma de decir: “¡María, estamos contigo!” “¡Gracias por cuidarnos y llevarnos a Jesús!”

    Una fé que se vive en comunidad

    Caminar con la Virgen en procesión, rezarle el rosario, decorar las calles y participar en las fiestas es una forma de expresar nuestra fe, incluso cuando muchas personas ya no creen o no practican. Salir con la Virgen es decirle al mundo: “¡Dios está con nosotros!” Aunque su día litúrgico en la Iglesia es el 9 de julio, en La Estrella la celebramos con más fuerza durante septiembre, porque es el mes de la fundación del pueblo y de muchas fiestas marianas. En este mes siempre se ha celebrado de manera ininterrumpida, incluso en momentos difíciles como la violencia o la pandemia. Las fiestas toman aún mucha más fuerza a partir del 13 de septiembre de 1959 con la coronación canónica de la Virgen.

    Preguntas para concluir y compartir el encuentro

    * ¿Qué significa para ti la Virgen María?

    * ¿He sentido alguna vez que ella me acompaña o me protege?

    * ¿Cómo puedo participar con alegría en las fiestas de la Virgen?

    * ¿Estoy enseñando a otros, especialmente a los niños, a amar a María?

    Lienzo de la Chinca

    Misa solemne y procesión

    Con el lienzo venerado de la Chinca:
    Gran Domingo 2025
    28 de septiembre - 5:00 p.m.